Una sorpresa en Francia amenaza (de nuevo) la aplicación de las reglas fiscales de la UE
"Dependiendo de cuánto de esto (el déficit) sea estructural, podría de hecho hacer que este ajuste fiscal requerido fuera más alto, tal vez incluso inverosímilmente alto. La Comisión podría entonces tener que suavizar las normas", admite a El Confidencial Sander Tordoir, investigador del Centre for European Reform (CER).
Además de los efectos que pueda tener este alto déficit en un crecimiento ya débil por parte de Francia, Tordoir señala que "la otra preocupación es si estos déficit excesivos están relacionados con un gasto estructuralmente mayor, lo que implicaría también overshooting (algo así como rebasamiento o exceso) del déficit para 2024 y 2025, o si se trata de algo puntual". En el caso italiano la buena noticia, apunta el experto, es que el aumento del déficit este año parece estar relacionado con un plan "excesivamente generoso" para la renovación de viviendas, por lo que podría ser algo más temporal.
Tordoir apunta a que Macron podría estar interesado en mantener unos niveles altos de déficit hasta el gran pulso electoral del 2027. Sin embargo, por el momento los mercados no están reaccionando a las noticias que llegan desde París. "Mi apuesta: Francia, junto con Alemania, es el núcleo de la Eurozona, por lo que goza de un respaldo implícito del BCE", explica Tordoir. "Además, la forma en que los inversores en bonos evalúan la sostenibilidad de la deuda es también un juego un poco relativo y el emisor de bonos soberanos más importante del mundo, Estados Unidos, está registrando déficits todavía mayores y ahora tiene niveles de deuda que se parecen a los de la Eurozona. Así que, desde un punto de vista comparativo, los inversores en bonos pueden estar menos preocupados por Francia de lo que habrían estado hace una década", añade el analista.