Kaliningrado: el as en la manga de Rusia en una posible guerra contra la OTAN
"El acceso de Finlandia y Suecia a la OTAN ha mejorado la posición estratégica en la alianza en la región báltica muy considerablemente", dice Ian Bond, vicedirector del Centre for European Reform (CER) y antiguo embajador británico en Letonia. "Antes, la única manera que tenía la OTAN de reforzar a los Estados bálticos era a través del Corredor de Suwalki. Ahora también pueden reforzar el flanco oriental desde Suecia y Finlandia. Y Finlandia, claro, tiene una frontera muy larga con Rusia, lo cual también complica la planificación estratégica de Rusia".
Aun así, Bond reconoce la situación de vulnerabilidad en la que se encuentran Estonia, Letonia y Lituania, tres repúblicas que, juntas, suman menos población que la Comunidad de Madrid: seis millones de habitantes. "Sus fuerzas militares son más bien pequeñas, ya que son países con pequeñas poblaciones que no serían capaces de montar una defensa a largo plazo o muy efectiva, en el caso de que sean atacados de manera convencional. Necesitarían mucho apoyo de sus aliados. Ahora mismo hay unos 1.000 soldados británicos en Estonia; una fuerza similar de canadienses en Letonia, y una fuerza liderada por Alemania, algo más grande, en Lituania. 1.000 personas pueden hacer algo, pero no pueden defenderse contra todo un ejército".