España busca su sitio en los organismos internacionales
Camino Mortera, directora de la Oficina en Bruselas del CER cree que España está haciendo un buen trabajo en intentar colocar a sus nacionales en puestos influyentes en Europa, mucho más que en épocas anteriores. «El problema es que no acabamos de entender qué significa influir y cómo se tejen las redes de influencia en Bruselas. Tener altos cargos está muy bien pero depende de cuáles sean», explica. Y cita el puesto de alto representante «maravilloso sobre el papel «pero que no sirve a la política exterior española cuyos ejes son Latinoamérica, África del Norte y Sahel y la propia Bruselas. «Para influir, además, hay que saber jugar los símbolos, y sobre todo, estar seguros de qué estrategia de país queremos seguir. En ese sentido, España tiene menos peso del que debería en la Unión, también porque tenemos un europeísmo acrítico que nos deberíamos hacer mirar», añade Mortera.
...«De forma general, la presencia de españoles en la administración europea está más o menos donde le toca, ya que no podemos olvidar que hay 27 países y tiene que haber cierto equilibrio en cuanto a la representación de cada uno. Es decir, España tiene una buena base «intermedia» de representación europea, pero no siempre grandes nombres en grandes puestos mediáticos», añade la experta.