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Diferenciar la bufonería de la amenaza real: el difícil trabajo para la UE de interpretar a Trump
Ian Bond señala en un reciente artículo del Centre for European Reform (CER) que el aprendizaje de la primera legislatura de Trump por parte de los europeos es que podría “no hacer siempre exactamente lo que decía que quería (ya fuera construir un muro en la frontera con México o abandonar la OTAN), pero sus amenazas debían tomarse en serio, aunque no se cumplieran por sus efectos perjudiciales”.
La teoría de Bond y de otros sectores más cautelosos en Bruselas es que hay que tener cuidado a la hora de creer que Trump va menos en serio de lo que parece. Porque su nueva administración está mucho más radicalizada que la primera, hay menos agentes considerados como “atlantistas” y, en general, el presidente está mucho más decidido a sacudir tanto el tablero nacional como el internacional. “En su segundo mandato, él y quienes le rodean parecen tener más claros sus objetivos y estar más decididos a llevar a cabo sus planes. Esta vez, los líderes europeos deben tomarse a Trump al pie de la letra y muy en serio”, señala Bond.